Breve catálogo
    de desviaciones












¿Es todo acto de publicación arte?
¿Dónde trazamos ese límite entre la publicación que es arte y el gesto duchampiano?
¿Es sólo arte cuando intencionados la publicación como tal?
La relevancia de estas preguntas radica en la cantidad de publicaciones que se publican a cada momento en el mundo, tanto en el sentido de publicar como de hacer un público.
¿Qué es una publicación como arte hoy? ¿Qué es lo artístico de una publicación y de la transacción asociada a ella?
¿Cómo se pensaba este hacer público antes v/s ahora? Por ejemplo, un libro medieval podría ser considerado como artístico desde su materialidad, pero no desde su intencionalidad ni de quienes podían acceder a ellos. Por ende, ¿estamos realmente haciendo públicas las obras cuando estas circulan en un espacio limitado/nicho?


Muchas veces no se toma en cuenta el libro como históricamente situado. Entonces, se puede borrar la historia del libro y sólo preocuparse del arte actual, o hacerse cargo de la historia pero no necesariamente de lo que los libros significaron sino de las similitudes entre libros de antes y lo de ahora.


La pregunta por el libro invitablemente lleva a la práctica.

Empezar a encuadernar desde el reconocer que el libro era otra cosa, no solamente lo que tenía “adentro”, junto a la imposibilidad de pensar en cierto tipo de publicaciones sin que su materialidad esté en relación a su contenido: “no se puede enseñar letras medievales sin entender el contexto de circulación específica de esa obra”. Es distinto el volumen original que la fotocopia (en literatura eso se olvida y se valora más solo el texto que el libro en su totalidad).


Olvido de los procesos, personas y actividades vinculadas al hacer un libro ︎︎︎ las publicaciones despiertan y existen desde esta multiplicidad de quehaceres.
Desmaterializar es entregar labores a otro.





JAVIERA BARRIENTOS
Historiadora del libro / Book historian
Encuadernadora / Bookbinder

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