Y así
nos queremos inventar
Crítica a la idea del libro experimental como “que puede ser de cualquier cosa, que puede ser cualquier cosa”; en contra de cuando dicen que el fanzine es de cualquier cosa: el fanzine es sobre una idea, una propuesta, en la que concibes un material para/desde un tema.
Crisis duchampiana: hoy recién subsanando el ‘cualquier cosa es arte’, retomando el camino, la forma, la esencia: no es solo juntar cosas y ponerlas en la pared.
¿Una publicación tiene que ser un libro / tener forma de libro impreso?
Todavía no ha topado el límite — libro de madera; piezas de madera que giran (ahí está el límite). Parece libro, se podría meter en ese ámbito pero queda la duda de si es o no un libro. El pasar páginas hace al libro (?). Depende de cuál es el techo de pensar un libro… La familia del libro: no es en sí un libro pero remite a él.
Existencia y profundidad en el conjunto / en el cuerpo de obra: sentido y forma en las colecciones de libros y fanzines. “De repente no es uno, sino que son los cien”.
Paso de artista a editorial: hacerse cargo del propio hacer —pasar de la idea a la cosa real.
Acortar la distancia con el espectador.
Transformación y reducción de costo para mayor venta y circulación
Posibilidad de incorporar otros lenguajes (luz, vibración, sonido) en el libro.
Publicaciones digitales; más para quienes nacen ahora; reticencia por amor a lo impreso –algo que nunca va a morir.
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SANDRA MARÍN
Casa de arte, diseño, cultura y editorial. Espacio de experimentación, inventismos y convergencia de disciplinas en contentura.